Unidad 2 – Página 60
TIC
Leyendas de Esmeraldas – Ecuador
La Tacona
Cuenta la leyenda, que en Esmeralda, había una joven de cabello rubio, que estaba paseando por las calles, en una noche donde no había luna llena. Cuando pasaba por una calle angosta, se cruzó en su camino un sujeto que, al verla, la arrinconó en una esquina y abusó de la mujer.
Una hora después de lo sucedido, la mujer llega a su casa con su vestido manchado y las lágrimas por todo el rostro, decide bañarse y maquillarse. Mientras se maquillaba, se miraba al espejo y juró que nunca mas, nadie iba a hacerle daño.
La muchacha se había puesto un vestido rojo, vestía unos tacones muy altos y su maquillaje era uno de los mas bonitos, se fue a una covacha, donde decidió tomar para olvidar todas su penas y lo que le había sucedido horas antes. Al ingresar a la covacha, los hombres la miraban admirando su belleza y todos querían bailar con ella. Los hombres de aquella covacha la apodaron “la Tacona”. Un hombre, con muy buen parecer, la saca a bailar y le propone ir a la playa para que puedan estar a solas. La mujer acepta muy decidida y se van a la playa. Cuando ya estaban en aquel lugar, el hombre trató de abusar de ella, y en ese momento, al ver el rostro de la mujer, se dio cuenta que ella era un cadáver, inmediatamente, por el susto, la soltó y corrió sin dirección alguna. Cuando ya estaba muy cansado, ser dio cuenta que había llegado a un cementerio. Al sentarse sobre una tumba, leyó un nombre sobre una lápida y recordó el nombre de la mujer a quien trató de hacer daño. Era ella, pero estaba muerta.
Muchos años después, cuando el hombre ya era un anciano, fue a visitar la tumba de aquella chica, y arrodillándose sobre la tumba le agradeció por todo, pues a partir de ese incidente que tuvo ya no usó a las mujeres para satisfacer sus malos hábitos y fue un hombre de bien. En ese momento el hombre siente una palmada en la espalda y escucha un susurro que le dice: “eso era lo que quería oír.” Él regresa a ver y observa la espalda de una mujer rubia con un pequeño vestido rojo que se aleja del lugar.
El Duende
En el año de 1996, en un lugar llamado La Barraca, una niña de 6 años, de ojos grandes y pelo lacio, muy bonita, se despertó a media noche, y al no encontrar a la madre a su lado, Salió de la casa en busca de ella. En el camino se encontró con un pequeño que le seguía. Se le reía y la llamaba con silbidos, así fuuuuuuu. Ella sintió miedo y comenzó a correr pero el pequeño le alcanzo y no le dejaba pasar. La niña comenzó a llorar y gritar. Él le regalaba caramelos de colores, besitos de novia y una pañoleta. Pero ella no quería nada. El duende le cantaba y le bailaba, jugaba con su cabello y le hacía muecas para entretenerla. Cuando la niña se dio cuenta, la llevaba por un callejón oscuro. Se asusto más. Unos perros empezaron a ladrar desesperados y fue cuando un vigilante que se percata de lo que sucedía y echa dos tiros al aire. El guardia se acerco a donde la niña Que estaba llorando. La tomo en sus brazos y la llevo a su madre. La madre al ver a su hija le preguntaba una y otra vez que le había sucedido. Y la niña le conto.
Las personas que estaban allí murmuraron que eso era el Duende.
Desde aquella noche la niña era perseguida por el Duende. No se le podía dejar sola a Carmita porque el Duende la llamaba con silbidos que solo ella escuchaba.
Buscaron a una curandera, quien les dijo como ahuyentar al Duende. Le rociaron agua bendita en todo el cuerpo, rezándole el Credo y el Ave María, por nueve días consecutivos.
Con esto el Duende dejo a la niña. Lo extraño es que Carmita se sabía varias canciones y decía que el Duende le enseño con una muy bonita voz.
La Gualgura
La gualgura es un pollito negro que al verlo parece inocente pero cuando decide atacar se transforma en un hombre con voz gruesa, el cual convence e hipnotiza a las personas para maltratarlas o incluso quitarles la vida.
Una noche, dos amigos, Carlos y Francisco iban camino a casa, uno más trasnochado que el otro; al llegar a una esquina escucharon piar a un pollo, pero ellos no le daban importancia a este sonido. En ese momento Carlos dijo que se detuvieran porque él sentía que los seguían y los llamaban por sus nombres; pero Francisco le dijo que no era verdad y que estaba en su imaginación. Los dos amigos siguieron caminando pero mientras más avanzaban el sonido se volvía más aterrador, de tal manera que les hacía perder el sentido auditivo y no podían hablar.
Francisco reaccionó de forma violenta y le dijo que los demonios si existen, en eso Carlos le dijo: Pero si tú mismo decías que los demonios y malos espíritus no existen, Francisco perdió el control de su cuerpo ya que él tenía el pollito a dentro por lo que se convirtió en una bestia, entonces Carlos al verlo de esa forma corrió y corrió para que la bestia no lo alcanzara, por la desesperación empezó a gritar: “Me quiere matar, me quiere matar”.
Los vecinos y familiares se alteraron al escuchar la voz de Carlos, en eso la bestia la gualgura se enfrentó a todos y les dijo: “Voy a matar a toda la gente de este pueblo”.
La bisabuela de la familia dijo que la única forma de salvar a este hombre era con agua bendita, un crucifijo y rezar El Credo, al principio nadie le creyó pero después Carlos subió a la casa y bajó todos los implementos necesarios para comenzar con el ritual y salvar a su amigo.
Así pasaron varias horas y Francisco no permitió que los malos espíritus salgan de su cuerpo. Después de tanta lucha salieron pollitos negros de su cuerpo. Francisco regresó a la normalidad pero sobrevivió poco tiempo consciente porque al amanecer Francisco murió de tal forma que nadie pudo salvarlo.
LA TUNDA SE CONVIERTE EN GALLINA
En el “juyungo” se cuenta que un muchacho esmeraldeño fue enviado a eso de la cinco de la tarde, hora de oración, a recoger a unas cuantas gallinas que andaban desperdigadas por los alrededores. De pronto una gallina blanca llamó la atención del muchacho. “Cho cho, jurón, jurón” gritaba el chico, corriendo detrás de ella; pero esta era una experta y lo fue llevando hacia el monte. Cuando quiso regresar ya era tarde, estaba perdido. Era la temible tunda que se habia convertido en gallina.
Pero “la tunda” le teme a los perros y un solo ladrido de ellos, la hace desaparecer; por eso la familia del muchacho corrieron por los montes con una jauría, hasta encontrarlo al tercer día , casi muerto del susto e indigesto de tanto camarón. ¡Que mala es la tunda!
Orellana, L. (23 de noviembre de 2016). Leyendas de Esmeraldas – Ecuador [Mensaje en un blog]. Leyendas de Esmeraldas. Recuperado de https://goo.gl/AJ8BEZ