Naturales 6

por | agosto 23, 2017

Unidad 4 – Página 144
Construcción social del conocimiento

Acné en la adolescencia

Acné en la adolescencia

No importa el sexo, la edad, el color de la piel o la condición social.

El acné es una de las enfermedades más habituales de la adolescencia y, en los últimos años, se ha transformado en una de las principales causas de visita a los especialistas.

Las cifras sorprenden: cerca del 90 por ciento de los jóvenes entre los 12 y los 22 años la padecen. Esto llegaría al cien por ciento si se consideraran sus tipos más leves. ¿Prevención? Detectarla a tiempo es clave para revertir sus efectos, así como seguir los tratamientos clínicos apropiados.

Espinillas y puntos negros 

El acné es una trastorno inflamatorio de las glándulas sebáceas de la piel, producido por una serie de factores hormonales e infecciosos. Afecta al aparato pilosebáceo o glándulas productoras de sebo, que están distribuidas en muchas zonas del cuerpo, en especial en la cara, el pecho y la espalda.

Se manifiesta a través de dos tipos de lesiones: las obstructivas, conocidas como puntos blancos y negros (comedones); y las inflamatorias, espinillas y nódulos, masas profundas de color rojo que solo se aprecian en los casos más extremos.

Los grados de severidad de esta patología se diferencian según la cantidad y profundidad de las lesiones, que dejan las cicatrices más visibles.

Si bien el acné aparece por lo general en la pubertad -entre los 10 y 12 años-, puede brotar antes -sobre todo en las mujeres- o aparecer de forma tardía después de los 20 años. La terapia para combatirlo dependerá del tipo de lesión. Si el paciente solo presenta puntos negros o blancos, basta con cremas que despejen los poros tapados. Si, en cambio, tiene espinillas se recomiendan antibióticos orales o tópicos.

Las causas

Pese a que no se sabe por qué el acné brota en los jóvenes, se conocen varios componentes relacionados con éste. El más común es el factor hereditario. Si los padres lo sufrieron, es muy probable que sus hijos también lo hagan.

Otros elementos que pueden producirlo en la adolescencia son el estrés -más aún en periodos de examen-, la exposición a altos niveles de cloro y la actividad hormonal, como el ciclo menstrual en las mujeres.

Cuidados Personales

-Limpie la suciedad facial de forma delicada con un jabón suave que no reseque la piel, en especial si ya está recibiendo tratamiento tópico. •

-Evite rascar, apretar, frotar o escarbar los granos, puntos negros o espinillas. Todo eso aumenta el riesgo de cicatrices e infecciones secundarias.

-Suspenda el uso de cualquier cosmético no indicado por su médico.

Un correcto cuidado de la piel

El acné debe tratarse. No basta con el uso de cremas o productos cosméticos para impedir su aparición o desarrollo.

El doctor Sergio Silva, dermatólogo de Red Salud UC, explica que ciertos elementos pueden agudizarlo: “Al diagnosticar al paciente se le indica evitar el uso de maquillajes, filtros solares de gruesa consistencia o cualquier otra cosa que obstruya los poros. Además, se le restringe el consumo de azúcares refinados y dulces, alimentos asociados al aumento de la severidad de la enfermedad”. El especialista recalca que ningún remedio casero es útil para revertirlo, dado que éstos “solo cubren y camuflan las espinillas”.

En la actualidad las terapias son bastante efectivas. Los expertos han desarrollado nuevas técnicas y productos, que reducen los efectos indeseados de los tratamientos, como el enrojecimiento de la piel y la irritación.

Consecuencias en la autoestima

Esta patología impacta con fuerza en la adolescencia. En esta etapa los jóvenes necesitan integrarse al grupo y, muchas veces, debido a lo antiestético que resulta, el acné provoca rechazo social. Estudios demuestran que quienes lo tienen pueden presentar algunos de los siguientes síntomas:

  • Retraimiento.
  • Autoestima baja y poca confianza en sí mismo.
  • Concepto muy pobre de la propia imagen corporal.
  • Timidez.
  • Sentimientos depresivos.
  • Rabia, preocupación y frustración.

Por estas razones, tratarlo resulta crucial para evitar las marcas -físicas y emocionales- que un problema como éste puede dejar de por vida.

Mitos sobre su aparición

La dieta: no existe relación comprobada entre una alimentación alta en grasas y el acné.

Falta de higiene: no está probado que la falta de aseo lo acentúe.

Reventar los granos los hace desaparecer: falso; el pus de la espinilla apretada tiende a extenderse, generando el brote de nuevas lesiones.

Afecta solo a los jóvenes: tiende a surgir en la adolescencia, pero existen casos en que se prolonga por sobre los 30 años.

 

Fases
Dado el tipo de secuelas, el acné se puede dividir en:1. Leve: las lesiones no son inflamatorias, solo puntos negros y blancos que aparecen en el rostro de manera parcial.

2. Moderado: surge un mayor número de espinillas y comedones. Afecta al tronco superior, el rostro y los hombros.

3. Moderadamente grave: aparecen numerosos granos en el cuerpo (entre 30 y 80). Son profundos y, en algunos casos, dolorosos.

4. Grave: se da cuando las lesiones son profundas y abundantes. Tiende a dejar consecuencias graves como cicatrices y deformidades. En la mayoría de los casos, afecta tanto el físico como la autoestima del paciente.

Silva,S; Mihovilovic, N. (31 de octubre de 2012). Acné en la adolescencia. Red de Salud. UC. CHRISTUS. Recuperado de https://goo.gl/pNAMVn

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