Tema 4: Analizo un discurso político
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Falacias: Definición, Tipos y Ejemplos
Las falacias son un tipo de razonamiento engañoso aunque parezca verdadero, basado en argumentos con poca solidez, que intentan convencer a otra persona de manera intencional o involuntaria. Estas creencias erróneas derivan de un razonamiento lógicamente incorrecto que le resta validez al argumento.
Debido a que no hay acuerdo sobre cómo definir y clasificar las falacias, existen diversas definiciones acerca del término. La más aceptada define las falacias como argumentos deductivamente inválidos o muy débiles, desde el punto de vista inductivo.
La mentira o engaño subyace en el argumento, ya que este contiene una premisa falsa injustificada. Algunas falacias son construidas exprofeso o deliberadamente con la intención de persuadir a los demás; otras veces, son engaños que se cometen involuntariamente, ya sea por ignorancia o simple descuido.
El primero en clasificar las falacias fue Aristóteles. Desde entonces se pueden enumerar por cientos solo los tipos de falacias conocidos, porque su número puede ser infinito. Generalmente las falacias incluyen definiciones, explicaciones u otros elementos del razonamiento.
El término falacia se emplea comúnmente como sinónimo de mentira o falsa creencia. Sin embargo, la mayoría de las falacias involucran errores que se cometen durante una discusión informal y cotidiana. Las falacias no son de interés solo para la lógica, sino también para otras disciplinas y campos del saber.
Están presentes en la vida diaria y se manifiestan en el lenguaje común y en otros ámbitos como el discurso político, el periodismo, la publicidad, el derecho y en cualquier otro campo del saber que requiera de la argumentación y la persuasión.
Definición de falacia
La palabra falacia proviene del latín fallacia que significa “engaño”. Se define como un argumento inválido desde el punto de vista deductivo o inductivamente muy débil.
Esta argumentación falaz puede también contener una premisa injustificada o ignorar por completo la evidencia relevante disponible, la cual debería ser conocida por quien argumenta.
Las falacias pueden cometerse intencionalmente con el fin de persuadir o manipular a otra persona, pero hay otro tipo de falacias que son involuntarias o sin intención y se cometen por ignorancia o descuido.
Algunas veces resulta difícil detectarlas por ser muy persuasivas y sutiles; por ello hay que prestar mucha atención para desenmascararlas.
Buenos argumentos
Los buenos argumentos son aquellos deductivamente válidos o también inductivamente fuertes. Estos solo contienen premisas verdaderas y sólidas, las cuales no son solo peticiones.
El problema con esta definición es que conduce a descartar el conocimiento científico no convencional y a etiquetarlo como falso. Sucede por ejemplo cuando surge un nuevo descubrimiento.
Esto conduce a un razonamiento científico falaz, porque se parte de la premisa de falso impuesta anteriormente, aunque algún investigador podría argumentar que todas las premisas deben ser verdaderas para así poner fin a la discusión.
Otras teorías
Otra teoría sostiene que la falacia parte de la falta de una prueba adecuada que avale una creencia, y esa carencia es disfrazada para hacer parecer la prueba como adecuada.
Algunos autores recomiendan que la falacia sea caracterizada expresamente como una violación de las normas del buen razonamiento, la discusión crítica, la comunicación adecuada y la resolución de disputas. El problema de este enfoque es el desacuerdo que existe sobre la forma de caracterizar tales normas.
En opinión de algunos investigadores, todas estas definiciones anteriores, son muy amplias y no hacen distinción entre falacias reales, los errores más serios y las meras equivocaciones.
Por ello, se cree que debería buscarse llegar a una teoría general de las falacias que contribuya a distinguir entre el razonamiento falaz y el razonamiento no falaz.
Tipos de falacias y ejemplos
Desde Aristóteles, las falacias se han clasificado de distintas maneras. El filósofo griego las clasificó en verbales y no verbales o relativas a las cosas.
Existen muchas maneras de clasificarlas, pero por lo general la clasificación que más se utiliza es la categorización de formales e informales.
Falacias formales
La falacia formal (deductiva) se detecta mediante la examinación crítica del razonamiento lógico. Es decir, no hay concatenación entre la conclusión y la premisa, aunque el patrón de razonamiento tiene visos de ser lógico, es siempre incorrecto.
El patrón que sigue este tipo de falacias es:
Los gatos tienen cuatro patas.
Silvestre es un gato.
Por lo tanto: Silvestre tiene cuatro patas.
Las falacias formales puede detectarse mediante la sustitución de los elementos que integran las premisas por símbolos, y luego ver si el razonamiento está ajustado a las reglas de la lógica. Algunos subtipos de las falacias formales son:
-Apelar a la probabilidad
Con la probabilidad y el conocimiento previo se da por sentado lo que parece lógico, debido a que es bastante probable.
Ejemplo
Hay nubes oscuras en el cielo.
Las nubes oscuras significan que va a llover.
Entonces hoy lloverá.
– Negación del antecedente
Esta falacia está determinada por un elemento condicional.
Ejemplo
Si brindo a mis amigos, ellos me querrán más.
Esto conduce a una inferencia errónea al negarlo: “Si no brindo a mis amigos, ellos no me querrán”.
– Falacia de malas razones
Se le conoce igualmente como Argumentum ad Logicam. Aquí se parte del supuesto de que la conclusión es mala, ya que los argumentos también son malos.
Ejemplo
Su nuevo novio tiene un automóvil viejo.
Quiere decir que es pobre.
Ella no debería estar con él.
– Falacia del hombre enmascarado
Se le llama también falacia intencional e implica sustituir una de las partes. Así, cuando las dos cosas intercambiadas son idénticas, se asume que el argumento es válido.
Ejemplo
La policía informó que el ladrón que robó en casa de Jesús tenía barba.
El vecino de Jesús usa barba.
Por lo tanto, el ladrón es el vecino de Jesús.
– Término medio no distribuido
El término medio del silogismo no cubre en sus premisas a todos los miembros del conjunto o categoría
Ejemplo
Todo mexicano es latinoamericano.
Un panameño es latinoamericano.
Por lo tanto, algún panameño es mexicano.
Falacias informales
Las falacias informales (inductivas) dependen del contenido propiamente y tal vez del propósito del razonamiento. Se encuentran más a menudo que las falacias formales y sus diversos tipos son casi infinitos.
Algunos autores las clasifican en subcategorías, precisamente por lo extenso de su variedad:
– Falacias de la presunción
Cuando existe la presunción de verdad pero no hay evidencia de ella, se puede provocar un razonamiento falaz. Dos de estas estas falacias son:
– Falacia de pregunta compleja, que implica llegar a suposiciones cuestionables.
Ejemplo
“¿Vas a admitir que eso no sirve?” Si se responde afirmativamente queda demostrada la presunción, pero si se responde no, significa que la afirmación es cierta pero no se quiere admitir.
– Falacia de generalización apresurada, basada en una situación anormal única. Es lo contrario a la falacia de generalización.
Ejemplo
“Hitler era vegetariano. Entonces, los vegetarianos no son de confiar”.
– Falacias de relevancia
Este tipo de falacias busca persuadir a una persona con información irrelevante, a través de la apelación a las emociones y no a la lógica. Aquí se incluyen:
– Apelación a la autoridad, conocida como Argumentum ad Verecundia; es decir, argumento de la modestia. La veracidad del argumento está vinculado con la autoridad o prestigio de quien lo defiende. Es una falacia lógica porque no depende de la persona que hace la afirmación.
Ejemplo
“Los astronautas creen en Dios. Entonces Dios existe, ¿o crees que sabes más que ellos?”.
– Apelación a la opinión popular, en la que se sigue la opinión de la mayoría y se da por cierta una creencia o idea solo porque la opinión pública la avala.
Ejemplo
“Todos compran esa marca de zapatos, debe ser muy cómoda”.
– Atacar a la persona, también llamada Ad Hominem. Su uso es muy frecuente en el debate político, pues se sustituyen los argumentos objetivos por la descalificación personal.
Ejemplo
“Qué puede saber ese diputado acerca del sufrimiento de la gente, si es un hijo de papá y mamá”.
– Falacia bandwagon, referida a aquellas que contienen argumentos que resultan atractivos por su popularidad y tendencias sociales.
Ejemplo
“La alimentación verde previene muchas enfermedades. Comeré solo alimentos no procesados para no enfermarme”.
– Falacias de la ambigüedad
La falta de claridad y un simple malentendido pueden provocar diversos tipos de estas falacias:
– Falacias de acento, las que ocurren cuando el modo en el cual se enfatiza una palabra no está claro o genera confusión.
Ejemplo
“A” dice: “Defenderemos los derechos de los hombres hasta sus últimas consecuencias”.
“B” responde: “Está claro que no defenderán los de las mujeres entonces”.
O el clásico ejemplo de la oración “No tomé el examen ayer”, que se presta a diversas interpretaciones.
– Falacias de equivocación, que suceden cuando las palabras que se usan tienen distintos significados.
Ejemplo
Tener fe en la ciencia y tener fe en Dios.
– Falacias del hombre paja, que se refieren a tergiversaciones que se introducen para que hacer parecer débil un argumento.
Ejemplo
Político 1: “La deuda es muy alta, no deberíamos gastar más en Defensa”.
Político 2: “¡Usted propone dejar al país desprotegido contra los enemigos externos!”.
Contreras, S. (s/f). Falacias: Definición, Tipos y Ejemplos. Lidefer.com. https://www.lifeder.com/falacias/