Tema 1: La miel lineal
Página: 96
Cuidados del suelo en el jardín o huerto
El suelo está vivo! Hay que protegerlo y alimentarlo
El jardín ecológico imita la naturaleza con sus ciclos de fertilidad, reposición de nutrientes, descomposición de la materia orgánica y formación de humus que enriquecen el suelo y propicia el crecimiento de las plantas.
Cuando se ignora que el suelo está vivo la rica vida biológica que contiene disminuye o muere. Si esto sucede las plantas crecerán débiles y estarán expuestas enfermedades y plagas. Para mantener la fertilidad del suelo y conseguir que las plantas crezcan sanas deberemos conseguir un suelo equilibrado, sano y fértil.
La prueba de la pala
Para saber con qué tipo de suelo contamos se utiliza una pala recta que clavaremos en el suelo perpendicularmente si el suelo está rico y suelto lo haremos sin dificultad, si el terreno es duro la clavaremos ayudándonos con un martillo a continuación en sentido opuesto efectuaremos la misma operación de forma que podamos extraer una paletada de tierra, esta nos dará una primera información. Cada suelo tiene una constitución diferente, pueden ser arcillosos, arenoso, pedregoso, limoso Las plantas necesitan tierra rica y bien suelta para desarrollar en buena forma sus raíces.
Remover la tierra
Al remover la tierra, si es la primera vez habrá que cavar y voltear con cuidado, hasta que el suelo esté bien suelto pero no más de 20 centímetros de profundidad. De esta manera se logra una textura esponjosa y aireada. En sucesivas actuaciones no habrá necesidad de voltear, solo aflojar.
Un suelo sano debe estar bien aireado, las raíces necesitan aire.
Remover la tierra
Al remover la tierra, si es la primera vez habrá que cavar y voltear con cuidado, hasta que el suelo esté bien suelto pero no más de 20 centímetros de profundidad. De esta manera se logra una textura esponjosa y aireada. En sucesivas actuaciones no habrá necesidad de voltear, solo aflojar.
Un suelo sano debe estar bien aireado, las raíces necesitan aire.
Si se usa maquinaria hay que usarla con mucho cuidado para evitar la compactación del terreno, si el terreno está compactado la disponibilidad de oxígeno para las raíces disminuye.
Enriquecer el suelo: Compost, mantillo, abono, estiércol, micronutrientes.
Un suelo sano produce plantas sanas y resistentes. Los organismos que viven en él como bacterias, hongos, lombrices son bioindicadores infalibles cuantos más colonicen el terreno más productivo y sano será.
Para enriquecer el suelo hay que aplicar una capa de mantillo muy hecho, esto evita la evaporación manteniendo el suelo húmedo y suelto.
Hay que reservar un lugar en el jardín elaborar el mantillo o abono, a ser posible entre sol y sombra y protegido de los vientos.
La materia orgánica es el alimento de la vida del suelo, especialmente de la vida aeróbica, mejora la estructura del suelo y permite que el suelo resista la erosión, retenga la humedad necesaria y provea a las plantas de los nutrientes que necesitan para crecer sanas.
Las plantas se alimentan de macro y micronutrientes que se encuentran en la tierra, para que tengan un buen alimento hay que planificar la nutrición del suelo a largo plazo, mediante aportes de materia orgánica.
Hay que alimentar el suelo, no a las plantas, ya que será el suelo el que pondrá a disposición de las plantas los nutrientes necesarios para su desarrollo.
Si los cultivos muestran un déficit de algún micro nutriente baja el estado de equilibrio y de resistencia de la planta provocando carencias. Este problema se soluciona aportando micro nutrientes con carácter puntual para corregir esta carencia. Una vez solucionado el problema se recomienda establecer una estrategia de manejo del suelo y laboreo a largo plazo para que no se vuelva a repetir.
Enriquecer con insumos
Cuando los cultivos muestran una deficiencia de algún micronutriente baja la resistencia de la planta. Es preferible añadirlo de forma extra.
Proteger la superficie del suelo contra la lluvia y la erosión
Esta protección se hace mediante cobertura de malezas o por una siembra de cultivo de cobertura. La cubierta vegetal minimizan los daños de la lluvia sobre el terreno y las pérdidas de suelo por erosión, al fijar la cubierta sus raíces.
Biodiversidad de cultivos
Está demostrado que las explotaciones donde se extiende el monocultivo están más expuestas a enfermedades y plagas que han de combatirse con productos químicos de síntesis.
Para conseguir un suelo fértil y sano hay que fomentar la diversidad de cultivos, incluir la rotación y respetar el barbecho.
Proteger los cultivos del viento
Cuidar el suelo implica como hemos dicho una serie de medidas encaminadas a proteger el suelo como un ecosistema, sembrar setos y árboles ayuda a proteger los cultivos del viento pero además son un refugio de insectos beneficiosos para los cultivos que redunda en la salud del suelo.
Asociación de cultivos
Con las asociaciones de cultivo se consigue fomentar la fertilidad del suelo y los efectos protectores ante plagas y enfermedades con repulsivos contra insectos depredadores.
Para conseguir optimizar los efectos de atracción y repulsión de las diferentes especies vegetales y su interacción con la fauna beneficiosa es necesario conocer las reacciones y rendimientos de cada especie cultivada.
La asociación de cultivos de las diferentes plantas se clasifican en función de los resultados.
Siguiendo estas premisas básicas podemos conseguir mantener la salud de nuestro huerto o jardín. Para profundizar más en el cuidado del suelo es necesario consultar manuales técnicos especializados en agricultura ecológica.
Más información sobre como cuidar el suelo para que se mantenga sano y fertil La fertilidad de la tierra.pdf
Cuidados del suelo ecototal. Recuperado de https://www.ecototal.com/cuidados-del-suelo/