Unidad 1 – Planificación

por | agosto 15, 2023

Las obras de arte rupestre más antiguas del mundo: los neandertales también eran artistas

ANTROPOLOGÍA

Las pinturas fueron encontradas en cuatro cuevas española.

Un grupo de arqueólogos revolucionan en España el origen del arte D. L. HOFFMANN

Las pinturas son 20.000 años anteriores a la llegada del Homo sapiens a la Península Ibérica

Cantabria alberga las pinturas rupestres más antiguas

Un fémur acerca los neandertales al hombre moderno

En 1913, el arqueólogo francés Henri Breuil publicó un estudio sobre unas pinturas rupestres halladas en la cueva cántabra de La Pasiega. Dos figuras animales encerradas en una serie de trazos rojos captaron su atención. A la izquierda y por encima, una nube de puntos completa el conjunto. Conocida como La trampa, este panel de pinturas ha sido objeto de numerosos análisis. El más reciente, publicado ahora, data algunas partes de esta obra prehistórica con una antigüedad de 64.800 años, una fecha anterior a la llegada del Homo sapiens a la Península Ibérica y, por tanto, de origen neandertal.

Científicos de Reino Unido, Alemania, España y Francia, tras analizar diferentes muestras de tres cuevas españolas con una técnica distinta al tradicional método de datación del Carbono 14 (la técnica del Uranio/Torio), han encontrado que las pinturas rupestres más antiguas del mundo fueron creadas 20.000 años antes de que los humanos modernos llegaran a Europa desde África. Esta es la primera vez que puede decirse, con toda certeza, que los neandertales realizaron motivos rupestres, una capacidad que hasta la fecha se atribuía sólo al Homo sapiens y que demuestra que ambas especies compartían un mismo sentido artístico.

“Debemos aceptar que los neandertales eran humanos tan capaces desde un punto de vista cognitivo como nosotros”, ha afirmado a El MUNDO João Zilhão, investigador de la Universida de Barcelona y coautor del estudio.

Nuevo método de datación

Mientras que la datación por carbono 14 sólo puede aplicarse a pigmentos negros que contienen carbón, el método del uranio-torio empleado por los investigadores ha permitido el estudio de las pinturas rojas de estas cuevas a través de los pequeños depósitos de carbonato que se han depositado sobre ellas con el tiempo. Se trata de una técnica de gran precisión que permite poner fecha el arte rupestre que no podía ser datado hasta ahora. El método proporciona una edad mínima, si se observan las costras calcíticas que se acumulen por encima, o una edad máxima, si se analizan los depósitos que yacen también por debajo, como ocurre en algunas estalactitas y estalagmitas.

Varios investigadores extrayendo muestras en una de las cuevas J. ZILHÃO

La investigación, publicada en la revista Science, ha sido dirigida por la Universidad de Southampton (Reino unido) y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Alemania), en colaboración con las universidades españolas Universidad Isabel I, Universidad de Barcelona y Universidad de Alcalá. Los trabajos se han realizado sobre figuras rupestres sencillas, como discos, trazos escaleriformes, puntos y manos en negativo, de las que han tomado 60 muestras en las cuevas de La Pasiega (Cantabria), Maltravieso (Extremadura) y Ardales (Andalucía).

“Buscamos cuevas que tuvieran signos muy sencillos porque pensamos que eran muy antiguos, y también, que, vinculados a estos motivos existieran precipitaciones de calcita para poder datarlos. Queríamos aclarar la discusión de si los neandertales tenían arte rupestre o no”, ha explicado a este medio Marcos García Díez, coautor del estudio e investigador de la Universidad Internacional Isabel I de Castilla.

Arte de entre 65.000 y 115.000 años

La Pasiega es una de las dieciocho cuevas del sitio de Altamira que son Patrimonio de la Humanidad. En ella la ocupación humana ha transcurrido de forma continua durante los últimos 100.000 años. Sus pinturas rupestres, rojas y negras, incluyen animales, signos lineales, puntos y figuras posiblemente antropomorfas. Las muestras tomadas en esta cueva han sido datadas con una edad mínima de 64.800 años.

La cueva de Maltravieso fue usada en diferentes momentos a lo largo de los últimos 180.000 años. La fecha más antigua para sus pinturas, que incluyen un conjunto importante de plantillas rojas de manos se corresponde con una edad mínima de 66.700 años.

Conchas perforadas en la Cueva de los Aviones J. ZILHÃO

Para el conjunto de más de 1.000 pinturas que se encuentran en Ardales, entre las hay impresiones de manos, puntos, discos, líneas y figuras de caballos, ciervos y aves, los resultados han sido muy variados. La cueva fue ocupada durante el Paleolítico Medio y Superior y para ella se han hallado edades mínimas que van de los 65.500 a los 45.500 años.

El estudio se completa con una investigación paralela publicada por la revista Science Advances sobre la cueva de Los Aviones en Cartagena (Murcia). En ella se ha conseguido datar, mediante el método Uranio/Torio, un conjunto de conchas perforadas y coloreadas con una mezcla compleja de pigmentos rojos y amarillos. La edad de estos objetos, que se utilizaban con motivos estéticos y simbólicos, es de aproximadamente 115.000 años, una fecha incluso más antigua a la de unos hallazgos similares del sur y el norte de África asociados a Homo sapiens.

Cognitivamente indistinguibles

Hasta ahora, el arte y la cultura simbólica que puede transmitirse de generación en generación, han sido consideradas como algo propio de nuestra especie. Los nuevos datos aportados por este equipo internacional de investigadores apuntan a que neandertales y humanos modernos compartieron este pensamiento simbólico y podrían haber sido cognitivamente indistinguibles.

“Las cuevas están distribuidas de tal forma que abarcan un amplio territorio. Además las fechas indican que algunas pinturas se han realizado en diferentes momentos. Esto significa que el concepto de pintar, ocupa un territorio muy amplio y se ha repetido en el tiempo. Es un tipo de conducta reiterada, constante, no casual y de carácter social, ha aseverado García Díez. “Ahora habría que extender la aplicación de este método a otras partes de Europa y del mundo en yacimientos que lo permitan y ver si podemos reproducir fechas de igual antigüedad. Mi predicción es que sí”, ha añadido Zilhão.