Unidad 4 – Planificación

por | agosto 18, 2023

Hierve la literatura afro en Ecuador

De izquierda a derecha: Orlando tenorio, Diógenes Cuero, Antonio Preciado, Nelson Estupiñán Bass.Redacción Guayaquil

El narrador afroecuatoriano Nelson Estupiñán Bass, en su novela ‘El último río’ (1966), fabricó un personaje que, como Gobernador de Esmeraldas, importa a 100 norteamericanos blancos para que se crucen con las morenas esmeraldeñas y “mejoren la raza”.

En estas líneas, el esmeraldeño Estupiñán, quien falleció en el 2002 y es considerado uno de los escritores afroecuatorianos más importantes, representa una actitud discriminatoria contra la población ecuatoriana negra.

La literatura afro en Ecuador se ha caracterizado por ser aguerrida, por contener letras enojadas, por ser una olla que hierve.

“Los escritores negros tenemos sed de justicia. Luchamos para que la raza morena no sea el último vagón del tren”, dice el escritor esmeraldeño Diógenes Cuero, de 73 años. En su poema Pueblo mío, la voz lírica exclama: “No culpes de tus azotes/ a mis manos negras y ásperas/ ¡Negras! Por mi África milenaria/ ¡Ásperas! Por labrar este mundo/ de ellos: los ricos, los blancos”.

El poema forma parte de su único poemario publicado: ‘Tsunami’ (2003). Dos libros poéticos inéditos de Cuero serán lanzados en las próximas semanas: ‘Me quieren quitar lo negro’ y ‘Las huellas de la carimba’.

Este último término, la “carimba”, se usa para denominar al hierro candente con el que se marcaba a los esclavos africanos.

En uno de sus poemas titulado, justamente, La carimba, expresa con dolor: “Nuestra piel fue que pincharon/ con aquel hierro incandescente/ hasta el corazón nos marcaron/ ténganlo siempre presente”.

“Los poetas negros estamos obligados a defender nuestra identidad. No puedo aceptar a ningún escritor negro con espíritu de blanqueamiento”, opina el poeta afroecuatoriano Orlando Tenorio, autor de nueve libros.

Su poema Negros somos ¿y qué…? evidencia la memoria histórica tan característica de la literatura afroecuatoriana. La voz lírica recuerda a los esclavos africanos que fueron traídos con cadenas al continente americano. “Nos convirtieron en peones sin salarios/ para trabajar en las minas de sol a sol/ cultivar sin descanso/ la tierra del patrón (…)”.

Otro de los rasgos que posee la literatura afroecuatoriana es que está pensada para ser recitada. Tenorio considera que el escritor afro tiene el don de ponerle mucha fuerza y vitalidad a los poemas que recita.

“El moreno es un orador por excelencia”, añade Tenorio, quien reunió en su libro ‘Huellas imborrables sobre la arena’ toda su producción literaria caracterizada por ser una constante defensa de la raza negra ecuatoriana.

La novela ‘Cuando los guayacanes florecían’, de Nelson Estupiñán Bass, también escarba en el pasado histórico. En esta obra se rememora uno de los episodios trágicos acontecidos en el Ecuador: el levantamiento armado de la clase alta esmeraldeña contra los peones negros, en 1912.

El esmeraldeño Antonio Preciado es otro de los grandes exponentes de esta literatura. Los poemas que componen su poemario ‘Jolgorio’ imitan el habla popular tan típica de los morenos de la Costa ecuatoriana.

En su poema Chimbo, el poeta emplea este lenguaje para referirse a una mujer que lo cautiva. “Me habís embrujao, morena/ ya me tenés amarrao/ me tenés que causo pena/ me tenés de tu lado”.

Preciado fue el primer Ministro de Cultura que tuvo el actual gobierno del presidente ecuatoriano Rafael Correa. Actualmente es Embajador de Ecuador en Nicaragua. Parte de su obra poética, que ha sido traducida a varios idiomas, se recopiló en la antología ‘De sol a sol’.

En una ocasión, cuando se le pidió que defina a la literatura negra practicada en Ecuador respondió: “Es colocar nuestra mano sobre el pecho y demostrar cómo nos palpita el corazón”.

El escritor afro Nelson Estupiñán Bass, en cambio, solía decir que escribir es su forma de pelear. Él concebía a la literatura que practicaba como “una trinchera intelectual”.

Desde el siglo XVI hasta el XIX se trajeron muchos esclavos africanos a América. El pasado 25 de julio se celebraron en el Ecuador 161 años del Decreto firmado por el presidente José María Urbina en el que se prohibió la esclavitud de los negros en el país. La literatura festeja a la par.

Orlando Tenorio
Título:   ‘Huellas  imborrables sobre la arena’
 El esmeraldeño expresa en esta antología poética el dolor de los negros.

Diógenes Cuero
Título:   ‘Tsunami’
 El poeta oriundo de Esmeraldas alaba en esta obra las virtudes que posee la raza negra ecuatoriana.

Antonio Preciado
Título:   ‘De sol a  sol’
En esta obra se recrean las tradiciones y  los rituales  tan  arraigados en  la población afroecuatoriana.

Nelson Estupiñán Bass
Título:   ‘Cuando los guayacanes florecían’
Esta novela  rememora  el  ataque   armado de 1912  a  los peones esmeraldeños.