Las plantas y animales que conoces representan una pequeñísima parte de la extraordinaria variedad de los seres vivos que existen sobre la Tierra. Se han logrado describir e identificar alrededor de 1.8 millones de especies en todo el mundo, pero se cree que el número total puede ser entre 4 y 100 millones; esta amplia variedad de seres vivos se conoce como biodiversidad. ¡Apenas estamos comenzando a conocerlos!
Para poder estudiar a tantas especies, los biólogos las han clasificado en función de las características que comparten. Han existido muchas clasificaciones de los seres vivos a lo largo de la historia. Cada una de ellas respondió a las necesidades y conocimientos de la época en que se llevó a cabo, pero siempre se ha buscado que la clasificación cumpla con dos requisitos: que comprenda a todos los seres vivos conocidos en ese momento y que ninguno se pueda ubicar en dos categorías diferentes. Como te imaginarás, la tarea no ha sido sencilla ya que continuamente se descubren nuevos organismos.
Te invitamos a recorrer algunos momentos importantes de la historia de la clasificación de los seres vivos.
Observó 520 especies de animales y las organizó en dos categorías basadas en las semejanzas en estructura y apariencia:
Esta clasificación concuerda con el concepto actual de vertebrados e invertebrados.
El conocimiento puede ser registrado y ordenado.
La clasificación de los organismos se basa en las similitudes y diferencias en estructura y apariencia.
Todos los seres vivos conocidos se clasifican en dos grupos: plantas y animales.
Formulación de un lenguaje lógico para nombrar a los seres vivos.
Observación. El conocimiento puede venir de un análisis sistemático.
Disección de animales. A través de la disección, Aristóteles pudo describir la anatomía de varios animales en su libro De animalibus.
Discípulo de Aristóteles. En su libro De Historia Plantarum describe la anatomía de las plantas y las clasifica según su tamaño promedio y estructura.
El conocimiento puede ser registrado y ordenado.
La clasificación de los organismos se basa en las similitudes y diferencias en estructura y apariencia.
Todos los seres vivos conocidos se clasifican en dos grupos: plantas y animales.
Formulación de un lenguaje lógico para nombrar a los seres vivos.
Observación El conocimiento puede venir de un análisis sistemático.
Disección de animales A través de la disección, Aristóteles pudo describir la anatomía de varios animales en su libro De animalibus.
Los mexicas adquirieron amplio conocimiento de las plantas y animales, lo cual se refleja en los nombres nahuas, formados por dos elementos fonéticos descriptivos y alusivos a las propiedades del organismo, por ejemplo: cempasúchil (zempoaxuchitl, veinte flores) y ajolote (axotl, monstruo de agua).
El conocimiento puede ser registrado y ordenado.
La clasificación de los organismos se basa en las similitudes y diferencias en estructura y apariencia.
Todos los seres vivos conocidos se clasifican en dos grupos: plantas y animales.
Formulación de un lenguaje lógico para nombrar a los seres vivos.
Observación El conocimiento puede venir de un análisis sistemático.
Disección de animales A través de la disección, Aristóteles pudo describir la anatomía de varios animales en su libro De animalibus.
Fue un naturalista sueco que sentó las bases de la clasificación de los seres vivos que hoy se utiliza. Ordenó cada organismo en categorías taxonómicas, que van de lo general a lo particular: Reino, Filo, Clase, Orden, Familia, Género y Especie.
Con el fin de evitar confusión entre la comunidad científica, decidió asignar a cada especie un nombre único a partir de un sistema universal: la nomenclatura binomial o nombre científico de una especie está compuesto por los nombres del género y el epíteto específico. El género inicia con mayúscula y el epíteto con minúscula, ambas en cursivas o subrayadas.
Género: Grupo de especies similares.
Epíteto específico: Nombre que describe de manera más concreta a los organismos. Puede usarse la localización geográfica o el nombre de quien lo descubre o describe.
La clasificación propuesta por Linneo ha demostrado ser flexible y adaptable a los nuevos conocimientos y teorías biológicas.
El uso de los nombres científicos garantiza que cada especie tenga un nombre exclusivo y permite la comunicación clara, concisa y exacta en la comunidad científica.
Estableció las principales categorías taxonómicas para la organización de los seres vivos.
Continúa la clasificación de los seres vivos en dos reinos: Plantae y Animalia.
Cuando los científicos comenzaron a estudiar a los organismos unicelulares, los clasificaron ya sea como plantas, o bien como animales. A medida que se identificaron más organismos se dieron cuenta de que no siempre era posible hacer esta distinción, ya que no compartían plenamente características comunes a esos reinos. Para resolver este problema, Haeckel creó un tercer reino llamado Protista, donde ubicó a todos los organismos unicelulares.
Se propone el Reino Protista para clasificar a los organismos unicelulares.
Microscopio. Hace lo invisible visible al ojo humano. Fue diseñado y utilizado por primera vez por Galileo en el siglo XVII y popularizado por Robert Hooke (1635-1701) quien fue el primero en ver una célula. Después del desarrollo del microscopio, se volvió evidente que muchos organismos no podían clasificarse con facilidad en reino vegetal o reino animal.
Durante las siguientes décadas, los científicos aprendieron más acerca de la enorme cantidad y diversidad de los microorganismos. Descubrieron que existen diferencias entre las células de los organismos: unos poseen núcleos y organelos (células eucariontes), mientras que otros carecen de ellos (células procariontes). Así, Copeland propuso un nuevo reino, el Monera, donde agrupó a las bacterias, pues todas son procariontes.
Se propone un cuarto Reino: Monera
Édouard Chatton encuentra que hay diferencias en la organización estructural de las células y acuña los términos procaryote y eucaryote. En su tratado: "Títulos y trabajos científicos", publicado en 1938, menciona que protozoos, plantas y metazoos pertenecen al grupo de los eucariontes; y las bacterias y cianofíceas pertenecen a los procariontes. En realidad, Chatton, no se refiere a niveles taxonómicos superiores a los reinos; sin embargo sentó las bases de la dicotomía biológica, basada en la diferencia de la organización celular.
Microscopio electrónico. El desarrollo del microscopio electrónico ayudó a mostrar diferencias importantes en las células como la presencia o ausencia del núcleo, lo cual llevó a Édouard Chatton, en 1925, a distinguir los organismos en procariontes (antes del núcleo) y eucariontes (núcleo verdadero).
Antes de Whittaker se consideraba que las bacterias y los hongos pertenecían al reino de las plantas. Conforme se conocieron más características de los hongos y otros microorganismos, se hizo evidente la necesidad de sacarlos del Reino Plantae.
Whittaker propuso un esquema de clasificación con cinco reinos al considerar los siguientes criterios: el tipo celular (procariontes y eucariontes), el nivel de organización (unicelular o pluricelular), el tipo de nutrición (autótrofa o heterótrofa) y el tipo de reproducción (sexual o asexual).
Propone al Reino Fungi como el quinto. Los hongos se caracterizan por sus células con pared celular de quitina llamadas hifas, que en conjunto forman el micelio y por el tipo de nutrición que es heterótrofa; características que son muy diferentes en los organismos del Reino Plantae.
Quedan establecidos los cinco Reinos: Monera, Protista, Fungi, Plantae, Animalia.
En la década de 1980, las biólogas estadounidenses Lynn Margulis y Karlene V. Schwartz, sugieren una modificación a la propuesta de Whittaker, modificando el nombre del Reino Protista por Protoctista, debido a que en él incluyó a las algas pluricelulares y algunos hongos inferiores. Su propuesta es la siguiente: Monera (bacterias), Protoctista (protistas y algas), Fungi (hongos), Plantae y Animalia.
Avances en microscopía electrónica y técnicas bioquímicas muestran características de los organismos que permiten modificar las clasificaciones previas.
Woese, al frente de un grupo de investigadores, propone la modificación del Reino Monera al encontrar que las bacterias tienen diferentes tipos de metabolismo. Propone dividirlas en dos grandes grupos, que nombró Bacteria y Archaea.
Reconoció tres linajes evolutivos: Archaea, Bacteria y Eukarya.
Transformación del Reino Monera en dos Dominios: Bacteria y Archaea.
Puesto que Archaea y Bacteria no se han subdividido, se pueden considerar tanto dominios como reinos. Así lo propuso Woese en 1977 al notar las grandes diferencias que a nivel de la genética ribosomal presentan las arqueas y bacterias, a pesar de que ambos grupos están compuestos por organismos con células procariontes.
Avances en sistemática y genética molecular, permiten establecer que el Reino Monera en realidad agrupaba organismos con diferente metabolismo por lo que los divide en Archaeas, que son quimiosintetizadoras y viven en ambientes extremos y las Bacterias que en su mayoría son heterótrofas saprobias.
Mayr se opone a la clasificación de Woese, ya que ésta no reconoce la dicotomía "natural" procarionte-eucarionte establecida por el tipo de células que poseen los seres vivos. Mayr propone dividir al mundo biológico en dos: Dominio Prokaryota y Dominio Eukaryota, retomando los términos acuñados anteriormente por Chatton.
Sostiene que las diferencias en el tipo celular que separa procariontes de eucariontes tienen una mayor importancia que aquellas diferencias moleculares que separa a las Arqueas y Bacterias en dos Dominios.
Retoma la categoría taxonómica de dominio propuesta por Woese, pero sus criterios de clasificación son cualitativos.
Reestructuraron el sistema de cinco Reinos para concluir que no hay tres Dominios, sino dos Super Reinos.
Se oponen fuertemente a la clasificación propuesta por Woese argumentando que todos los seres vivos se pueden diferenciar por el tipo de célula que poseen.
Establecen que el sistema de los tres dominios ignora el hecho de que los eucariontes proceden de la simbiosis de dos procariontes y que se basa en características no morfológicas.
En su clasificación enfatiza que las diferencias en la estructura celular entre procariotas y eucariotas son fundamentales para clasificar a los seres vivos, por ello decide agruparlas en dos Imperios; mientras que el Reino Protoctista lo transforma en Chromista y Protozoa. Su propuesta es de seis reinos.
Establece relaciones evolutivas entre los organismos con base en las similitudes de su estructura celular.
Rechaza el cambio de nombre de “Arqueobacterias” a “Archaea”, pues implica un origen evolutivo completamente independiente de las bacterias.
Actualmente, entre la comunidad científica, la clasificación más aceptada es la propuesta por Carl Woese en 1977.
Los virus por no presentar las características propias de los seres vivos no se consideraron en las clasificaciones antes mencionadas. En la actualidad al conocerse mejor la estructura viral, Christon Hurst propone incorporarlos en un nuevo Dominio, el Akamara.
La palabra Akamara viene del griego a "sin" y kamara "cápsula o cámara" lo que da a entender que este tipo de organismos no tienen una estructura celular propia. Este dominio se ha dividido en dos Reinos: uno de ellos incluye a los virus convencionales o verdaderos (Euviria), así como a los llamados virus satélites. El segundo Reino (Viroida) incluye a todos los viroides, virusoides y el género Deltavirus.
Al tomarse en cuenta la estructura del material genético, secuencia de nucleótidos, diferencias bioquímicas, mecanismos de infección y comportamiento dentro de la célula huésped, entre otros, se divide cada Reino en: Phyla, Clases, Órdenes, Familias y Géneros, como se hace en los otros Dominios.
La ciencia va avanzando y es seguro que la clasificación de los virus cambie en los próximos años, así como nuestro conocimiento sobre su origen, evolución y función. Incluso hoy en día sigue la discusión sobre si es o no factible asignarle una categoría taxonómica de Dominio a entes que están en la frontera entre lo vivo y lo no vivo.
Conocimiento del genoma de diferentes virus.
Descubrimiento de más especies de virus y de mayor tamaño de lo que se creía que existían.
Técnicas de genética molecular para comparar las estructuras de ADN y ARN.
Como te habrás dado cuenta el tema de las clasificaciones no ha terminado. La ciencia no es estática y por lo tanto las clasificaciones de los seres vivos cambian de acuerdo al avance de la ciencia y tecnología. ¿Qué avances tecnológicos crees que puedan surgir en el futuro? ¿Qué descubrimientos se podrían hacer a causa de estos avances? Tal vez dentro de algunos años tú puedas unirte a un grupo de científicos que se dediquen al estudio de estos temas.
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